Francis Ford Coppola, un grande del cine... ¡y del vino californiano!

En Estados Unidos, California es la primera región vinícola. Dividida en varias zonas, alberga numerosas bodegas, algunas muy antiguas, otras situadas en las alturas, a 1300 metros de altitud, y otras prestigiosas. Y hay una cuya fama traspasa las fronteras de California y del mundo vitivinícola: la bodega Inglenook, propiedad de Francis Ford Coppola. De hecho, el director, productor y guionista estadounidense, conocido en todo el mundo por varias de sus películas, como El padrino 1, 2 y 3, Apocalypse Now y Drácula, es un apasionado del vino. De hecho, se puede hablar de una historia familiar, ya que su abuelo elaboraba vino en su bodega de Nueva York. Hoy en día, Los vinos de Francis Ford Coppola son casi tan conocidas como sus películas y famosas por su calidad.

Su viñedo de Inglenook, uno de los más famosos del valle de Napa.

Como curiosidad, cabe destacar que fueron los ingresos obtenidos con la primera parte de la película El padrino los que permitieron a Francis Ford Coppola y a su esposa comprar una antigua propiedad, la «Niebaum Mansion», en la región de Rutherford, California, en 1973. En los años 90, tras el éxito de su película Drácula, el cineasta estadounidense adquirió el castillo y los viñedos que rodeaban esta propiedad. En 2006, reunió sus actividades vitivinícolas en un imperio, la Francis Ford Coppola Winery, y fundó una segunda finca en la localidad de Geyserville (región de Sonoma), donde los visitantes pueden venir a divertirse en familia. Y, como le gusta recordar al cineasta, él y su equipo están animados por un mismo deseo: «Aspiramos al más alto nivel de calidad en todo lo que hacemos. Y nada es más importante que alcanzar este objetivo en la producción de nuestros vinos». Para ello, ha sabido rodearse de los mejores. Junto con su esposa, ha dedicado más de 40 años a restaurar Inglenook y devolverle su antiguo esplendor. Y es que, en el valle de Napa, este lugar es todo un símbolo, ya que la propiedad es, y siempre ha sido, considerada una de las más magníficas e importantes.

Una magnífica variedad de vinos de gran calidad.

Las primeras cosechas de la finca Inglenook se vinificaron en 1979 y se comercializaron en 1985 con el nombre de Rubicon. Hoy en día, la gama de la finca es más completa y se compone de vinos suaves y afrutados, inspirados en los vinos italianos. Entre las variedades de uva cultivadas se encuentran, por ejemplo, la Pinot Noir, la Zinfandel y la Chardonnay. En cuanto a las cosechas, está, por supuesto, la Rubicon y también la Diamond Collection, que se reconoce inmediatamente por su etiqueta adornada con un rombo. Sin olvidar la Sofia, en honor a su hija, que es un vino espumoso. Y, al igual que la mayoría de sus películas, sus botellas se distinguen por su calidad. Fáciles de beber, son perfectas para degustar con amigos o en familia. A imagen y semejanza del cineasta.