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Château Lagrange

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El Château Lagrange se encuentra en la localidad de Saint-Julien, en la región de Burdeos. El viñedo del Château Lagrange se extiende sobre 115 hectáreas de una sola pieza, sobre dos lomas de grava de origen «gunziano» orientadas de norte a sur. A veces finas, a veces más gruesas, estas gravas están acompañadas de arena o arcilla ferruginosa.

Con una altitud de 24 metros, el centro de la finca es el punto más alto de la denominación Saint-Julien. Los métodos de cultivo del Château Lagrange defienden un objetivo de perfección y responden a una idea esencial: «la cantidad no rima necesariamente con la calidad». Así, desde la elección de los clones y portainjertos adaptados al suelo de Château Lagrange hasta los numerosos trabajos en la viña, todo contribuye a mantener una producción lo más homogénea posible. La alta densidad de plantación, la poda corta, el aclareo en julio y el laboreo tradicional permiten alcanzar este objetivo, produciendo uvas ricas y concentradas. La vendimia manual, tal y como dicta la tradición, permite seleccionar los mejores racimos, pero sobre todo es la ocasión para eliminar los defectuosos, verdes o alterados.

Una historia fuera de lo común

La épica historia de los viñedos del Château Lagrange comienza en el siglo XVII. El nacimiento de esta singular finca es el resultado de la unificación de dos territorios: el de Pellecahus y el de la casa Lagrange de Monteil. En el siglo XVIII, la propiedad vitícola prospera bajo el impulso de uno de los herederos de la familia Lagrange. Pero es en 1855 cuando el vino Château Lagrange adquiere oficialmente sus cartas de nobleza: se establece en el rango de Tercer Cru Classé. Desgraciadamente, los siglos siguientes anuncian un declive inevitable: las guerras, las crisis y los incendios provocan el deterioro de los viñedos del château. Pero en 1983 comienza la renovación: el grupo japonés Suntory compra los viñedos y amplía considerablemente la finca. A partir de entonces, los vinos Château Lagrange recuperan su prestigio de antaño.

Las ventajas de un vino Château Lagrange

Situada en el municipio de Saint-Julien, la propiedad vitícola del Château Lagrange se extiende sobre 117 hectáreas. Un vasto espacio que cuenta con tres variedades de uva distintas: Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit-Verdot. Aunque los vendimiadores de la finca elaboran principalmente vino tinto, algunas hectáreas albergan un viñedo de uva blanca compuesto por Sauvignon, Sémillon y Muscadelle. Por lo general, se atribuyen numerosas cualidades a un Château Lagrange: refinamiento, cuerpo e intensidad. Además, el potencial de guarda es una de las principales bazas de estos vinos de aromas delicadamente elaborados. Los amantes de la cata disfrutarán de un color elegante, un paladar equilibrado y un final goloso. Para lograr este resultado, los viticultores de la finca se apoyan en las competencias de diferentes enólogos. Estos expertos controlan las variedades de uva y definen sus principales características. De esta atención al detalle nacen vinos de calidad que envejecen a la perfección.

Un trabajo vitícola respetuoso con el medio ambiente

Lejos de las producciones intensivas, los viticultores de Château Lagrange se preocupan por las cuestiones medioambientales. Basando su saber hacer en métodos artesanales, estos amantes de la naturaleza cuidan los viñedos según las vicisitudes de la tierra y el clima. Una garantía del compromiso constante de los viticultores con el desarrollo sostenible. Este respeto por el ecosistema tiene como objetivo reforzar el prestigio de la finca. En 2005, Château Lagrange obtuvo un primer reconocimiento: la certificación de agricultura razonada. Una década más tarde, la propiedad obtuvo una segunda distinción: la certificación ISO 14001, prueba de un compromiso ecológico óptimo. Por otra parte, la finca utiliza herramientas específicas para reducir el impacto medioambiental de sus servicios.

¿En qué se basa el prestigio del Château Lagrange?

La producción de Château Lagrange garantiza a los amantes del vino caldos de gran calidad, un trabajo incomparable con los aromas y una actuación responsable y orientada al futuro. Más allá de la historia, son estos elementos los que alimentan hoy en día la excelencia de esta institución.

Más información en la página web de Lagrange

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