Château Charmail

Château Charmail debe su nombre a su historia, que se remonta al siglo XVI, cuando la familia Trevey de Charmail se instaló en el Médoc. La notoriedad de la propiedad, por su parte, se remonta a principios del siglo XVIII.

El Château Charmail se encuentra a orillas del Gironda, lo que le permite disfrutar de temperaturas suaves y estar protegido de las fuertes heladas invernales que pueden ser dramáticas para las plantaciones. El viñedo del Château Charmail está formado por una sola parcela y se extiende casi hasta la orilla del agua. Los suelos están compuestos principalmente por gravas arcillosas, arenosas y coluviones. De esta diversidad es de donde Château Charmail obtiene su equilibrio y singularidad: entre la finura y elegancia de las gravas y la fuerza y potencia de las arcillas.

Olivier Sèze, antiguo propietario, se ha quedado junto a la familia para continuar la aventura. Pone al servicio de la propiedad toda su experiencia, sus conocimientos y su pericia. Así, Château Charmail sigue el camino marcado por Olivier durante años, es decir, el dominio y la exigencia en todas las etapas, desde la viña hasta el vino, en busca de la elegancia y el equilibrio.

Château Charmail hace todo lo posible por preservar su preciado terruño y avanzar en su compromiso con el medio ambiente. El trabajo del suelo incluye el desbroce, el aporcado y el rastrillado, lo que permite a la planta echar raíces profundas y ser menos sensible al estrés hídrico. Además, no se utilizan fertilizantes químicos ni herbicidas. En cuanto a la vinificación, todo se hace para cumplir con el credo de Châtreau Charmail, es decir, privilegiar el equilibrio. La maceración pelicular en frío, inventada en la propiedad, permite extraer de las pieles los componentes que generan los mejores taninos. La crianza en barricas de roble francés dura 12 meses y renovamos un tercio de ellas para evitar el exceso de madera.