«La familia Dubois vuelve a cosechar este año una lluvia de estrellas y nada menos que dos Favoritos. El primero es para este garnacha puro procedente de viñas centenarias vendimiadas a mano, que despliega una intensa nariz de frutos rojos, sotobosque y vainilla. Pero lo que más impresionó al jurado fue su paladar: complejo, aterciopelado, potente y goloso, con intensos sabores a frutos rojos especiados, un largo final achocolatado y taninos aterciopelados de una armonía extraordinaria . Un Lirac con mayúsculas». (Guía Hachette des vins 2019)
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Ojo
Color granate oscuro con reflejos negros.
Nariz
Complejo y elegante, con potentes aromas de frutos rojos y negros bien maduros, incluso confitados, y sutiles notas de vainilla y chocolate.
Boca
Concentrado y complejo, con potentes notas de frutos rojos, notas especiadas (mentol, tomillo) y garriga. Cuerpo estructurado por taninos potentes y armoniosos. Esperar aún un poco en bodega.
Servir
En jarra a 14-16 °C.
Abrir
1 hora antes
Beber a partir de
2020
Beber antes
2028
Maridaje de vinos y platos
Se aprecia con carnes de caza, como un guiso de jabalí o un trozo de ternera a la parrilla...
Guide Hachette des vins
Vino puntuado (guía 2019) Favorito Vino notable)
Bodega calificada (guía 2026) Vinos premiados (los vinos de este productor son premiados regularmente por la guía)
Acerca del vino:
La familia Dubois vuelve a cosechar este año una lluvia de estrellas y nada menos que dos Favoritos. El primero es para este garnacha puro procedente de viñas centenarias vendimiadas a mano, que despliega una intensa nariz de frutos rojos, sotobosque y vainilla. Pero lo que más impresionó al jurado fue su paladar: complejo, aterciopelado, potente y goloso, con intensos sabores a frutos rojos especiados, un largo final achocolatado y taninos aterciopelados de una armonía extraordinaria. Un Lirac con mayúsculas.
Sobre el bodega :
Situada a los pies del santuario Notre-Dame-de-Grâce, en Rochefort-du-Gard, no lejos de los antiguos pantanos desecados por los monjes en la Edad Media, esta finca, nacida en 1994 de la fusión de tres pequeñas explotaciones, demuestra una gran constancia en la calidad. Romain Dubois y su esposa Laure, sucesores de sus padres Jean-Pierre y Dominique, ahora al frente de la finca, han creado una nueva bodega y han convertido en ecológicas las 20 hectáreas de viñedos. Una apuesta (muy) segura.
