Domaine Bertrand-Bergé - Les Mégalithes 2018

Bettane & Desseauve

Acerca del vino:

Final tenso y fresco para este tinto preciso y con fruta madura.

Sobre el bodega :

La rigurosidad y el trabajo de Jérôme Bertrand en los hermosos terruños de Paziols han convertido a la finca Bertrand-Bergé en un modelo a seguir para toda la denominación. Los vinos tintos de gama básica tienen un precio asequible y superan los estándares de calidad de Fitou. La untuosa cuvée Jean Sirven lleva el nombre del abuelo, que ya trabajaba por una viticultura de calidad a principios del siglo pasado. Esta cuvée se impone hoy, por su raza y densidad, entre las mejores cuvées del sur. Una dirección imprescindible en Languedoc.

Guide Hachette des vins

Acerca del vino:

La variedad cariñena, presente en un 95 % (con garnacha como complemento), aporta profundidad al intenso color granate de esta cuvée. En nariz, notas de fresa, cereza, almizcle y ruibarbo se mezclan con matices minerales y ahumados. Desde el primer sorbo, el paladar se muestra suave y redondo, y luego se revelan unos taninos muy agradables, que aportan volumen y personalidad a este vino con sabores de frutos rojos.

Sobre el bodega :

Siguiendo los pasos de su antepasado Jean Sirven, que elaboraba su vino a finales del siglo XIX, Jérôme Bertrand abandonó la cooperativa en 1993 para elaborar sus propios vinos. Desde muy pronto creyó en la calidad de los terruños agrestes de Fitou, crió y valorizó los vinos de la región y luego elevó su finca (40 ha) a la categoría de las grandes. Desde la cosecha de 2011, el viñedo cuenta con la certificación ecológica.

RVF - La Revue du Vin de France / Guide des Meilleurs Vins de France

Acerca del vino:

Más delicado, Les Mégalites destila notas de canela y un agradable toque afrutado en el final.

Sobre el bodega :

Situada en Paziols, en la parte alta de Fitou, cerca de los Pirineos Orientales, esta finca lleva seis generaciones en el pueblo. Jérôme, con la ayuda de su hermana y su esposa Sabine, cultiva unas cuarenta hectáreas, divididas en cuatro parcelas, la principal de las cuales es La Boulière, un lugar que combina guijarros redondeados y caliza triturada. Dedicado inicialmente a los tintos, este terruño también destaca por sus blancos secos. La bodega de 1911 merece una visita. Para aquellos que deseen prolongar su estancia en este maravilloso entorno, la finca ofrece casas rurales y paseos por los viñedos en 4x4.