Vinos de Italia

En Italia, etruscos y latinos ya cultivaban la vid. Cuando los griegos se establecieron allí, dieron a parte del territorio el nombre de Œnotria, que significa "la tierra del vino". A finales del Imperio Romano, la superficie plantada de vid era ya considerable, gracias sobre todo a las tierras concedidas a los veteranos y a las autorizaciones para plantar variedades de uva. 

Posteriormente, la viticultura se mantuvo en un alto nivel de producción, gracias sobre todo a los monasterios, y se expandió rápidamente en el siglo XIX. Como en toda Europa, la filoxera causó estragos en los viñedos italianos. Las guerras y crisis del siglo XX modificaron la economía de la viticultura, cuya producción se exportaba en grandes cantidades, sin duda en detrimento de la calidad. Durante mucho tiempo, este cambio fue en detrimento de los productores italianos más exigentes, cuyo saber hacer garantizaba un nivel de excelencia cada vez más reconocido. 

Desde 1992, los vinos italianos de calidad gozan de la protección de un eficaz sistema de denominaciones (en particular, las Denominaciones de Origen Controladas -D.O.C.- y las Denominaciones de Origen Controladas y Garantizadas -D.O.C.G.-, que representan alrededor del 20% de la producción total) como el BaroloMonferratoChianti y Moscato d'Asti.