Clos des Fées

Entre el mar Mediterráneo y los Pirineos orientales, en el Rosellón, a pocos kilómetros al norte de Perpiñán, se extiende el circo de Vingrau. A los pies de sus acantilados calcáreos, en el valle del Agly, Hervé Bizeul descubre un día unas antiguas viñas olvidadas. De este encuentro en 1997 nace la finca Domaine du Clos des Fées. Partiendo de cero, el viticultor ha logrado crear vinos excepcionales, con nombres impregnados de poesía, que ahora se exportan a todo el mundo.

El Domaine du Clos des Fées: vinos excepcionales nacidos de la ambición de su viticultor

Hervé Bizeul fue restaurador, escritor y periodista. Cuando descubre el valle del Agly, se ve atrapado por su pasión por la viña. A los 21 años, recibió el trofeo Ruinard al Mejor Joven Sumiller de Francia. Se instala en Vingrau con su esposa en 1997 para reinventarse como viticultor. No tenía dinero, pero sí grandes ambiciones, aunque en aquella época los viñedos del Rosellón aún no gozaban de gran prestigio. Para elaborar su primera añada, en 1998, un amigo viticultor le prestó su bodega. Allí, el joven viticultor creó Le Clos des Fées, a partir de las uvas cosechadas en sus pocas hectáreas de tierra y de los racimos recogidos en viñedos abandonados. El éxito fue inmediato: fueron los primeros pasos de un ascenso fulgurante. Gracias a su trabajo, su valentía y su paciencia, el Domaine du Clos des Fées se fue equipando y ampliando progresivamente hasta convertirse en pocos años en uno de los más prestigiosos del Rosellón. Desde el comienzo de su aventura vitícola, Hervé Bizeul apostó por la excelencia: trató sus viñedos como si fueran grands crus para obtener el mejor vino posible. En particular, se ha preocupado por preservar la biodiversidad de sus tierras y ha trabajado sus viñedos con métodos de lucha integrada para no utilizar ningún producto químico. La vendimia es exclusivamente manual y las uvas siempre se recogen en su punto óptimo de maduración. La vinificación es rigurosa y a menudo audaz. Esto es lo que permite a la bodega ofrecer una gama de vinos meticulosamente elaborados, dotados de una gran riqueza aromática.

Vinos de calidad que revelan la diversidad del viñedo del Rosellón.

Hoy en día, el Domaine du Clos des Fées se extiende sobre treinta hectáreas, divididas en 112 parcelas. Agrupa siete terruños (Vingrau, Tautavel, Maury, Calce, Lesquerde, Opoul, Espira de l'Agly) en los que se plantan variedades de uva como Syrah, Garnacha, Monastrell o Cariñena. Las viñas se benefician así de una gran diversidad de suelos y exposiciones. Esta variedad, propia del viñedo del Rosellón, permite elaborar vinos tintos y blancos únicos, capaces de revelar las particularidades de los terruños en los que nacen. El Domaine du Clos des Fées revela un patrimonio vitícola excepcional que su propietario se esfuerza por valorizar, aunque ello requiera un trabajo a largo plazo. A partir de viñas viejas, muchas de ellas centenarias, crea vinos extraordinarios: Le Clos des Fées, Les Sorcières, Les Vieilles Vignes, De battre mon cœur s'est arrêté, Un faune avec son fifre... El más extraordinario de ellos se llama La Petite Sibérie. Este vino excepcional procede de una parcela única, muy rica en hierro, compuesta por viñas antiguas de Garnacha sobre las que sopla un viento gélido 200 días al año. Hervé Bizeul aprovecha así la riqueza del territorio para crear vinos inusuales y sorprendentes. Reunidos bajo las denominaciones de origen protegida «Côtes du Roussillon» y «Côtes du Roussillon Villages» o, para algunos, bajo las etiquetas IGP (indicación de origen protegida) «Pyrénées orientales» y «Côtes catalanes», los vinos de la finca Clos des Fées definitivamente hacen honor a su región.