20853 opiniones de clientes

Gigondas

4/5Ver las 1198 opiniones

Desde el siglo XII, las órdenes religiosas presidieron la expansión del cultivo de la vid en Gigondas. La denominación de origen controlada Gigondas es una de las seis denominaciones locales de los Côtes-du-Rhône meridionales, reconocida por decreto en 1971. Su zona de producción, que se extiende sobre unas 1200 hectáreas, se encuentra en el municipio de Gigondas, en Vaucluse, un magnífico pueblo encaramado en las laderas de las Dentelles de Montmirail hacia el este y con vistas al valle del Ouvèze hacia el oeste.

La denominación Gigondas se beneficia de un clima mediterráneo estricto con variaciones más frescas según la altitud: el mistral purifica los viñedos, la estacionalidad de las lluvias es muy marcada y las temperaturas son muy cálidas durante el verano. El relieve del territorio de Gigondas presenta suelos pedregosos en las antiguas terrazas del Ouvèze, así como suelos arenosos sobre molasa y coluviones calcáreas sobre margas en las laderas de las Dentelles de Montmirail. El terruño es magníficamente explotado por bodegas como Domaine des Pallières, Maison M. Chapoutier, Domaine des Bosquets, Domaine Tardieu Laurent, Maison Perrin et Fils o la imprescindible E. Guigal.

Los vinos de Gigondas se elaboran a partir de las variedades Garnacha negra (limitada al 80 %), Syrah y Monastrell (con un mínimo del 15 %), con un rendimiento limitado a 34 hectolitros por hectárea. La denominación produce vinos tintos de color intenso, equilibrados y con cuerpo, y rosados, embriagadores y generosos, de color intenso, que se distinguen por sus marcados aromas de almendra y fruta compotada.

El Gigondas: presentación y características

El Gigondas es un vino con denominación de origen controlada (AOC), producido exclusivamente en la localidad del mismo nombre. Gigondas es un pueblo típico de altitud media, situado en el departamento de Vaucluse. Los viñedos, ubicados en el corazón de las Dentelles de Montmirail, ofrecen unas vistas magníficas. Las fincas de Gigondas se extienden a lo largo de 1200 hectáreas. El clima mediterráneo, cálido y seco, junto con la presencia frecuente del mistral, favorecen el terruño. El terreno en el que crecen las viñas, calcáreo por un lado y arenoso-arcilloso con guijarros por el otro, aporta un gran potencial a los vinos de Gigondas. Los tintos representan el 98 % de la producción, frente al 2 % de los rosados. La principal variedad de uva utilizada, tanto para la vinificación de tintos como de rosados, es la garnacha negra. Su proporción, que suele ser de un 50 % como máximo, puede llegar hasta el 80 %, según las denominaciones. Como complemento, se añaden la syrah y la mourvèdre, dos variedades de uva muy utilizadas en esta región.

Por lo demás, se acepta una tolerancia máxima del 10 % de otra variedad de uva propia de las costas del Ródano, con excepción de la carignan. La garnacha, perfectamente adaptada al clima local, confiere a este vino toda su especificidad. A veces se compara el vino de Gigondas con el de Châteauneuf-du-Pape, muy cercano geográficamente. Sin embargo, el Gigondas tiene su propia tipicidad y algunos crus excepcionales son más accesibles en términos de precio que los de Châteauneuf-du-Pape.

El Gigondas, su degustación y conservación

Para degustar el Gigondas, al igual que cualquier otro vino, se analizan los tres aspectos siguientes: el aspecto visual, el aroma y el sabor.

El ojo, o la vista:

• Para el tinto: el color granate es oscuro e intenso. Evoca la tinta, con reflejos violáceos. Con la madurez, el vino tinto puede presentar un matiz teja, agradable a la vista. El aspecto del vino es denso, concentrado,

• Para el rosado: encontramos el color granate, también intenso.

La nariz:

• Vino tinto: en nariz, presenta notas afrutadas, tipo frutos rojos. En boca, evoca aromas de café, cacao y regaliz. En los vinos más añejos aparecen matices animales.

• Vino rosado: aromas de frutos rojos, a los que se suman toques de avellana y almendra tostada, revelan la originalidad de estos vinos.

La boca:

• Tintos de : los vinos jóvenes son potentes, especialmente con cuerpo. Su fuerza y robustez deleitan a los amantes de los taninos. Los vinos de larga crianza ganan en suavidad.

• Rosados de : bastante embriagadores y elegantes, ofrecen una buena estructura y profundidad en boca, lo que les confiere una frescura innegable.

Maridaje de vinos y platos:

• El vino tinto marida perfectamente con carnes en salsa, como el estofado provenzal, platos elaborados con carne de caza, quesos azules o semicurados (St Marcellin, St Félicien...).

• El rosado combina a la perfección con aperitivos, ya sean vegetales o con marisco. Se puede servir con bouillabaisse, bourride o pasta a la carbonara.

Para que el Gigondas tinto, con cuerpo y tanino, dé lo mejor de sí mismo con un envejecimiento lento, se recomienda encarecidamente conservarlo durante un tiempo. De hecho, su potencia, junto con su graduación alcohólica bastante elevada, permite conservarlo bien, a pesar de su acidez bastante limitada.

Más información en la página web de Gigondas