Côtes de Bourg

Los vinos de Côtes-de-Bourg proceden de los viñedos de Bourg, situados en la orilla derecha del estuario de la Gironda, a unos 35 km al norte de Burdeos. La denominación de origen controlada Côtes-de-Bourg se concedió en 1936 para los tintos y en 1945 para los blancos, y abarca quince municipios situados en las laderas que dominan los ríos Dordoña y Gironda.

El agua del río suaviza el microclima muy soleado de las laderas. Los suelos son principalmente arcillo-calcáreos. Subyacen capas de piedras porosas que proporcionan un buen drenaje natural. Las 4.000 hectáreas de viñedos dan una producción anual de casi 200.000 hectolitros.

Las variedades de uva utilizadas para los vinos de Côtes-de-Bourg son principalmente Merlot, combinada con Cabernet Sauvignon y, en menor medida, Cabernet Franc. Estos vinos elegantes revelan su fina personalidad, especialmente con carnes blancas, caza y carnes rojas. Los vinos de Côtes-de-Bourg son de color púrpura muy intenso con tintes negros. Elegantemente corpulentos, expresan aromas de bayas negras estofadas, con notas de sotobosque y especias. Envejecidos en barricas de roble, son especialmente aptos para el envejecimiento (de 5 a 10 años), cuando desarrollan aromas sutilmente complejos, potentes y refinados a la vez, como los vinos de Château Martinat, Château des Jonqueyres o Château Grand Maison.

También conocido como Bourgeais o Bourg, Côtes-de-Bourg es uno de los viñedos más antiguos de Burdeos. Esta denominación bordelesa designa vinos tintos y blancos famosos por su excepcional calidad. Los viñedos bordeleses representan una región vitícola histórica reconocida en todo el mundo. Primer viñedo de Francia en cantidad, en esta región se producen cada año 5.983.000 hectolitros de los 38 vinos de las denominaciones de origen controladas (AOC).

Según los historiadores, la cultura vitivinícola de la región existe desde la antigüedad, cuando los romanos la llamaban "Vitis Biturica". En 1936, Côtes-de-Bourg obtuvo la etiqueta AOC y en 1941 la AOP (Denominación de Origen Protegida). Es parte integrante de la economía local e internacional. Quizá se deba a su situación estratégica cerca de la costa atlántica. Ha establecido una asociación comercial con el norte de Europa y el Reino Unido. Como resultado, los vinos de Côtes-de-Bourg se han convertido en los líderes indiscutibles de la región de Burdeos.

Con una superficie de más de 117.000 hectáreas, esta DOC ofrece una gran variedad de terruños. De escasa altitud, Côtes-de-Bourg rara vez supera los 100 metros en los magníficos valles y laderas de la Dordoña. Además de arenoso y cascajoso, el suelo es esencialmente arcillo-calcáreo. Gracias a la porosidad del suelo, no hay agua estancada. Por consiguiente, el suelo es capaz de retener todos los elementos minerales esenciales para la vid.

Las parcelas de vino de Côtes-de-Bourg también se benefician de unas condiciones climáticas ideales para el buen crecimiento de la vid. Típicamente aquitano, el clima es templado y absolutamente oceánico. Cada año, el sol calienta las parcelas durante una media de 240 días.

El blanco de Côtes-de-Bourg es una mezcla de vinos elaborados con diversas variedades de uva, como Colombard, Sauvignon, Muscadelle, Sémillon, Sauvignon Blanc y Gris. De color amarillo pálido con reflejos verdes, estos tipos de vino suelen ser secos y afrutados. Conocidos por su frescura, tienen fama de ser vinos finos y modernos. Son deliciosos como aperitivo. Además de sus notas de frutas exóticas, algunas añadas poseen una expresión afrutada incomparable.

Para un excelente maridaje, los Côtes-de-Bourg, un gran vino blanco de Burdeos, deben degustarse a una temperatura de entre 10 y 12°C con pescados, carnes blancas, quesos frescos, ensaladas de mollejas... También resultan exquisitos con soufflés de frutas, tartas, helados o sorbetes...

Tres palabras pueden describir el vino tinto de Côtes-de-Bourg: oscuro, robusto y duradero. A menudo de color granate, este vino es tánico con aromas típicos del Merlot. También están presentes otras fragancias del Malbec, como flores silvestres, amapolas y azafrán. Estos elementos le confieren complejidad y elegancia, cualidades muy apreciadas por los aficionados a los vinos tintos. También pueden revelar un profundo color rojo rubí, con reflejos violáceos para los que aún son jóvenes. Las notas especiadas del Cabernet Franc y el Cabernet Sauvignon forman un dúo impetuoso. Como los tintos de Côtes-de-Bourg son vinos de mezcla, al final se crea un cuarteto excepcional.

Deben conservarse durante diez años. Sin embargo, se pueden disfrutar cuando son jóvenes. Gracias a su carácter único, harán las delicias de los amantes de los vinos afrutados. Para apreciar plenamente los tintos de Côtes-de-Bourg, se recomienda servirlos entre 15 y 17°C. Acompáñelos con carnes rojas, quesos cocidos, embutidos, pescados de río, caza, etc.