Pessac-Léognan

La denominación de origen controlada Pessac-Léognan es una denominación de los viñedos de Burdeos. En septiembre de 1987, en el antiguo territorio de Graves de Burdeos, nació la AOC Pessac-Léognan. Pessac-Léognan es sin duda el punto de partida exacto de la viticultura en Burdeos, hace 2000 años. Ya en la época romana, el hombre comprendió que este terruño, que concentra la totalidad de los Crus Classés de la región de Graves, era especialmente favorable para la vid. La superficie cultivada aumentó rápidamente hasta alcanzar las 1600 hectáreas y su producción anual asciende a cerca de 70 000 hectolitros. Entre los Pessac-Léognan de gran renombre, destaca el Château Haut-Brion, el único premier cru classé de 1855 que no procede del Médoc. Otros dominios no son menos notables: Château Smith Haut Lafitte, Château Pape Clément, Domaine de Chevalier, Château Larrivet-Haut-Brion o Château Haut-Bailly.

La AOC Péssac Léognan es una de las pocas denominaciones que incluye un gran número de variedades de uva. Estas variedades, que crecen en la orilla izquierda del Garona, presentan sabores similares a pesar de tener genomas diferentes. 

Actualmente, las principales variedades de uva utilizadas en la elaboración del vino Pessac Léognan son nueve:

Las uvas, recolectadas a mano, se fermentan en las milenarias cubas del château Coucheroy Pessac Léognan AOC. Respetuosos con las tradiciones, los viticultores repiten gestos codificados por otros hace varios siglos. 

Un vino con gran potencial de guarda.

A pesar del paso del tiempo, este ritual no ha perdido su eficacia. Así, los vinos tintos Pessac Léognan conservan la totalidad de sus taninos durante 7 a 20 años. Para algunas añadas de Pessac Léognan, el potencial de guarda es mucho mayor. 

En cuanto a los vinos blancos, los expertos del Château Coucheroy Pessac Léognan AOC recomiendan conservarlos entre 2 y 5 años como máximo. Por supuesto, algunas añadas pueden envejecer con mayor delicadeza. De hecho, se conservarán entre 10 y 15 años. 

Los suelos de los vinos de Pessac-Léognan están compuestos por una capa especialmente gruesa de grava y guijarros redondeados por el agua, las «graves». Esta capa descansa sobre un sustrato de arena, alios y arcillas en proporciones variables. Las viñas ocupan amplios claros rodeados de pinos que las protegen de forma ideal de los vientos del oeste cargados de humedad. La AOC produce vinos tintos Pessac-Léognan elaborados principalmente a partir de una mezcla de Cabernet Sauvignon y Merlot. Presentan un color cereza con matices negros. En nariz expresan notas de frutos rojos bien maduros y violeta, sostenidas por un bouquet ahumado de almendras tostadas y resina. Son vinos ricos y elegantes, de gran nobleza, bien estructurados, que pueden apreciarse en su juventud, pero que también muestran una gran aptitud para el envejecimiento. Los vinos blancos secos de la denominación Pessac-Léognan son generalmente de color amarillo pajizo, bastante pálido, debido a su crianza en barricas de roble. Su aroma está marcado por la Sauvignon, la variedad dominante de la denominación, que aporta frescura y frutosidad, combinada o no con la Sémillon, que aporta la untuosidad de sus aromas únicos de frutas confitadas. Los vinos blancos de Pessac-Léognan son complejos, carnosos, redondos, casi dulces, aunque muy secos.