La Chablisienne

La Chablisienne, fundada en 1923, es la mayor cooperativa de Chablis y probablemente una de las "mejores de Francia". Cuenta con un viñedo de unas 1.200 hectáreas y reúne a casi 300 viticultores que cuidan con extremo esmero el cultivo de sus viñas y realizan una rigurosa selección de parcelas. A lo largo de los años, sus vinos blancos se han ganado una extraordinaria reputación en todo el mundo.

Muy apegada a la noción de terruño y a su expresión más natural, La Chablisienne ofrece actualmente una treintena de cuvées en todas las denominaciones (Petit Chablis, Chablis, Chablis 1er Cru, Chablis Grand Cru). También posee el famoso Château Grenouilles, un monopolio dentro del Grand Cru Grenouilles, el más raro de los Grand Crus de Chablis. La gama de vinos La Chablisienne expresa con talento todas las características aromáticas del rey de las uvas de Chablis: ¡el Chardonnay!

La crisis económica que siguió al final de la Primera Guerra Mundial golpeó con especial dureza al mundo del vino. Borgoña no se libró, y las dificultades de los viticultores borgoñones impulsaron a un abad a unir a varios de ellos en torno a un único objetivo: vender sus vinos. Así nació la bodega cooperativa en 1923, con el nombre de La Chablisienne. A lo largo de los años, y sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, la cooperativa se esforzó por mejorar las técnicas utilizadas por los viticultores artesanos. En la actualidad, La Chablisienne goza de una sólida reputación tanto a nivel nacional como internacional por producir vinos de Chablis de renombre.

La región vinícola de Chablis alberga 11 denominaciones de origen controladas (AOC), entre ellas Chablis, Petit Chablis, Chablis Premier Cru y Chablis Grand Cru. Producidos exclusivamente a partir de uvas Chardonnay, estos vinos están particularmente bien estructurados, con el justo equilibrio entre suavidad, potencia y plenitud.

Las viñas están plantadas en suelos arcillo-calcáreos con una particularidad debida al pasado geológico de la región: la presencia de una capa de roca sedimentaria formada por diminutos depósitos de ostras. Este aspecto confiere a los vinos de Chablis su mineralidad.

Cada una de las denominaciones tiene características diferentes y alcanza la madurez en fases distintas de su desarrollo. Mientras que los Petits Chablis sólo necesitan de uno a tres años para revelar todo su potencial, los vinos de Chablis deberán esperar entre dos y cinco años antes de poder disfrutarse. En cuanto a los Chablis Premier Cru y Chablis Grands Crus, suelen expresarse mejor al cabo de 8 a 10 años.

Aunque es posible comprar vino de La Chablisienne en las cuatro denominaciones, desde 2003 la cooperativa explota una famosa finca que produce un vino excepcional: Château Grenouilles. Con algo más de siete hectáreas en producción, es uno de los Grands Crus de Chablis más codiciados. Las uvas de las viñas viejas se vendimian a la manera tradicional para producir un vino extraordinario que sólo revela todo su potencial y riqueza aromática tras muchos años en bodega.

"Le pas si petit ", "Le Vibrant ", "Le Finage ", "La Pierrelée " y "Dame Nature" son algunos de los nombres propuestos por La Chablisienne para sus vinos de todas las denominaciones de Chablis.

Aunque 2005 mostró un potencial extraordinario para una añada excepcional, 2004, 2009 y 2010 también fueron años muy buenos para las uvas del viñedo.

Dado que cada denominación tiene su propio carácter, los maridajes con los vinos de La Chablisienne dependerán de ella. Mientras que los Petits Chablis pueden degustarse con queso de cabra fresco o quesos de pasta prensada cocidos de Saboya, como el Beaufort o el Comté, los Premiers Crus van de maravilla con productos más arraigados al terruño, como los caracoles de Borgoña o las andouillettes.

El Château Grenouilles, como los demás Grands Crus, combina bien con una terrina de foie gras o bogavante.