Bourgueil

El viñedo se desarrolló realmente en torno a la abadía de Bourgueil, fundada en 990. La variedad bretona Cabernet Franc hizo su aparición en 1152, gracias a la unión política de Anjou y Aquitania. La denominación Bourgueil fue clasificada por el decreto del 31 de julio de 1937. Su estratégica ubicación a orillas del Loira le valió el reconocimiento internacional gracias a las exportaciones marítimas. Tierra de escritores que encuentran en ella su inspiración, el vino de Bourgueil ha sido alabado por autores de prestigio como Balzac o Rabelais, que lo convirtieron en su bebida favorita.

La producción anual de vino de Bourgueil es de aproximadamente 70 000 hectolitros, de los cuales el 2 % es rosado. La variedad de uva casi exclusiva es la Cabernet Franc, ya que la Cabernet Sauvignon solo se tolera hasta un límite del 10 % del viñedo. Los rendimientos son rigurosamente controlados por un organismo independiente y el riesgo de desclasificación de las parcelas sobrecargadas es muy real. Delicioso y agradable o estructurado y potente: dos personalidades de Bourgueil para expresar en su copa sus dos grandes terruños. Los vinos de grava maduran rápidamente (de 2 a 4 años), mientras que los vinos de tuffeau solo comienzan a expresar su complejidad después de 5 años de envejecimiento.

La zona de denominación de Bourgueil se extiende por siete municipios y abarca aproximadamente 1400 hectáreas de la orilla derecha del Loira, al oeste de Tours. La mitad del viñedo se encuentra en la ladera que domina el Loira, cuyos suelos están formados por toba (creta del Turoniense), la famosa piedra que adorna las paredes de las casas tradicionales a orillas del Loira, pero que también ha permitido la creación de numerosas bodegas que favorecen la conservación de los vinos de Bourgueil gracias a sus extraordinarias propiedades térmicas. La otra mitad se encuentra en terrazas de arena y grava (antiguos aluviones del Loira). La pendiente es suave y el paisaje, con múltiples parcelas, parece un mosaico. El viñedo de Bourgueil disfruta de una amplia apertura hacia el Loira, y las influencias atlánticas que suben por el valle se dejan sentir claramente. La ladera orientada al sur y la meseta cubierta de bosques protegen la terraza de los vientos del norte. El microclima es suave y templado. La finca Yannick Amirault, la finca de la Butte o la finca de La Chevalerie ofrecen vinos que reflejan con elegancia las características del terruño de Bourgueil.

La AOC Bourgueil se extiende al oeste de la ciudad de Tours, en la margen derecha del río. Los viñedos se encuentran en siete municipios limítrofes: Restigné, Ingrandes-de-Touraine, Saint-Patrice, Benais, La Chapelle-sur-Loire, Chouzé-sur-Loire y, por supuesto, Bourgueil. La situación geográfica y la especificidad geológica de los afluentes del Loira permiten obtener vinos famosos por su suavidad y delicada elegancia.

La vinificación de los vinos de Bourgueil se realiza principalmente a partir de la variedad Cabernet Franc, con algún toque ocasional de Cabernet Sauvignon.

El vino tinto Bourgueil del Loira es un vino que se aprecia desde los primeros meses tras su embotellado. Presenta una rica paleta de sabores afrutados y un color que puede ir desde el rubí aterciopelado hasta un granate burdeos muy intenso. En nariz se aprecian aromas de frutos rojos y negros que aportan toda su complejidad al vino tinto Bourgueil. Para los amantes de los aromas más densos y arraigados en el terruño, un envejecimiento en bodega de unos años permitirá degustar un vino Bourgueil más intenso. Algunos grands crus envejecidos en bodegas de Tuffeau se han conservado durante más de un siglo sin perder su grandeza, ¡todo lo contrario!

Aunque la mayor parte de la producción de la AOC Bourgueil se destina a vinos tintos, algunos viticultores ofrecen vino rosado Bourgueil. Es un vino fácil de beber, seco y aromático, muy agradable en verano.

Fiel a sus raíces, el vino tinto Bourgueil del Loira combina a la perfección con lo que ofrece esta región. Maridar un vino tinto Bourgueil con pescado del Loira recién asado a la parrilla es una forma sorprendente de descubrir el néctar de las viñas.

Lo mejor es una degustación de quesos locales con vino tinto Bourgueil. Así podrá acompañar de la forma más deliciosa un crottin de Chavignol, un Sainte-Maure-de-Touraine o un suave olivet.