Mas Amiel

Ricas en azúcar, las uvas del viñedo de Mas Amiel producen vinos coloridos, poco ácidos y con un notable sabor afrutado. Olivier Decelle, con una voluntad ya puesta en práctica en Château Jean Faure, Château Haut-Maurac y Château Haut-Ballet, vela por esta finca bicentenaria y solo tiene un objetivo: hacer del Mas Amiel un dominio de referencia en la denominación Maury, reconocido en todo el mundo. ¡Una misión que ha cumplido con gran éxito!

Descubra los Maury y Costas del Rosellón del Mas Amiel

La historia de la finca Maury Mas Amiel comienza en 1816, cuando un obispo apuesta una de sus tierras en una partida de mesa. La pierde frente a Raymond Etienne Amiel. Así es como este se hace con una propiedad de 10 hectáreas de viñedos, que posteriormente son destruidos por la filoxera en 1865 (una plaga de pulgones que devasta los viñedos). Sin embargo, la finca se replantó con viñas americanas. Fue el comienzo de su segunda vida. Más tarde, el hijo de Amiel se asoció con Camille Gouzy, quien construyó una bodega de barricas en la explotación. 

Sin embargo, Mas Amiel vino sufre nuevas dificultades, con una caída en las ventas. La finca es entonces hipotecada y adquirida por Charles Dupuy. Su hijo, Charles, trabaja allí hasta 1997. Olivier Decelle compra la finca en 1999, lo que le permite iniciar una larga trayectoria profesional. 

Los racimos de la viña Mas Amiel dan lugar a vinos de color intenso, como el Maury blanco Mas Amiel. Son vinos poco ácidos, pero muy afrutados. En 2011, la bodega vivió otro punto de inflexión con la creación del ACO Maury seco. El viñedo de Maury produce vinos secos desde la Edad Media: esta es una oportunidad para celebrar y destacar la historia de la finca y sus productos. Esta finca también ofrece vinos excepcionales, como el Mas Amiel Maury vintage 2015. Mas Amiel trabaja día a día para poner en valor sus competencias y su saber hacer, cualidades que trascienden las fronteras del departamento.