Bouchard Père et Fils

Bouchard Père et Fils, una de las principales casas de Borgoña, es una vasta propiedad con 130 hectáreas de viñedos que se han ido construyendo y trabajando durante nueve generaciones. En el corazón del Château de Beaune, monumento histórico protegido, y de su viñedo de 130 hectáreas, sus vinos se elaboran con precisión para ofrecer lo mejor de los climas de los que nacen.

Establecida en Borgoña desde el siglo XVIII, la finca Bouchard Père et Fils es desde hace nueve generaciones una referencia en esta prestigiosa región vinícola.

Los viñedos de Bouchard Père et Fils están plantados en las denominaciones más nobles y los climas más prestigiosos de la Côte de Nuits y la Côte de Beaune, como Corton, Pommard, Puligny-Montrachet, Chassagne-Montrachet, Volnay, Meursault y Gevrey-Chambertin.

Bouchard Père et Fils es propiedad de la Casa Henriot Champagne desde 1995. En pocos años, la Casa ha sabido insuflar nueva vida a la expresión de las viñas de la finca y dar al comercio del vino un aire coherente y sin adulteraciones que las complementa.

De principio a fin, Bouchard Père et Fils ofrece una gama expresiva, viva y muy consistente, que permite a los amantes del vino sumergirse en la diversidad y la riqueza de sus terruños. Una inmersión en lo mejor de Borgoña.

En 1731, Michel Bouchard, entonces pañero, fundó la casa vinícola Bouchard Père et Fils. Su hijo Joseph compró las primeras viñas en 1775, situadas en el climat de Caillerets, en Volnay. El patrimonio familiar se amplió cuando las propiedades de la nobleza y el clero fueron confiscadas durante la Revolución, lo que permitió al hijo de Joseph Bouchard, Antoine Philibert Joseph Bouchard, adquirir varias parcelas en Beaune, entre ellas "Beaune Grèves Vigne de l'Enfant Jésus", cuyo nombre revela la historia de la viticultura borgoñona. En 1820, Bernard Bouchard compró el Château de Beaune, antigua fortaleza real del siglo XV. Los vinos se exportaron con éxito a partir de 1890, y la propiedad siguió expandiéndose a lo largo de los siglos XIX y XX. En 1995, Champagne Henriot se convirtió en propietaria de Bouchard Père et Fils, dando un nuevo impulso a la propiedad y a sus actividades comerciales. En la actualidad, Christophe Bouchard dirige la propiedad y Philippe Prost es el maestro bodeguero.

El dominio Bouchard Père et Fils tiene la ventaja de estar presente en 450 parcelas, repartidas en 48 km en la región de Beaune. Tal variedad de terrenos vitícolas obliga a los equipos de la finca a trabajar constantemente para tenerlo todo bajo control, pero también aporta mayor seguridad ante las inclemencias meteorológicas, a menudo muy localizadas, como tormentas, heladas o granizo. En 2015, Bouchard Père et Fils obtuvo la etiqueta "Haute Valeur Environnementale" (Alto Valor Medioambiental), que subraya el enfoque de viticultura sostenible que ha adoptado en los últimos quince años. El viñedo está plantado principalmente con Chardonnay, además de Pinot Noir, Aligoté y Gamay. Estas variedades de uva se encuentran en las numerosas denominaciones producidas por Bouchard Père et Fils, incluidos estos notables Grands Crus: Bâtard-Montrachet, Bonnes-Mares, Chambertin, Chapelle-Chambertin, Charmes-Chambertin, Chevalier-Montrachet, Chevalier-Montrachet La Cabotte, Clos-de-Bèze, Clos Vougeot, Corton-Charlemagne, Échezeaux, Le Corton, Montrachet.

Desde 2005, los vinos Bouchard Père et Fils se elaboran en la bodega Saint-Vincent de Savigny-lès-Beaune. Situada a 5 metros bajo tierra, aquí se vinifican más de 100 añadas, que luego maduran en las 4.000 barricas de madera de la bodega. La bodega está excavada a 10 metros bajo tierra, lo que ofrece unas condiciones perfectas para una larga maduración. Aunque los vinos producidos son variados, todos ellos son reconocibles por sus finos aromas y sabores, y tienen un excelente potencial de envejecimiento.